Le pedí a Bea una comunicación con Gaia, mi perra de 13 años, ya postrada por una displasia avanzada. Sabía que se acercaba nuestra despedida y quizá tendría que ayudarla a partir, pero no sabía cómo afrontarlo. Gracias a Bea, Gaia pudo comunicarme sus sentimientos y necesidades, permitiéndome entender todo desde su perspectiva.
Gracias infinitas, Bea. 💚